sábado, 3 de diciembre de 2022

La espera incómoda

 


Estaban todos, unos mirándome compasivos, otros con un desprecio comedido. Reconozco que, no siempre uno está acertado. La vida aunque es un suspiro da para equivocarse numerosas veces. En estos momentos les diría cuánto los quiero, pero sé que no serviría de nada. Con el tiempo se olvidarán y volverán a las mismas creencias de mí que tienen hoy. Mi esposa siempre fue más generosa en todo, nos amó a todos de una manera excepcional. Tenía que haber sido yo el primero en irse, ellos lo hubieran agradecido. De los cinco hijos ninguno se parece a mí y eso lo agradezco. Son el carácter de su madre, su tolerancia, su manera de amar, de comprender al otro y de tener siempre una palabra hermosa en un día gris. Míralos, unos me compadecen y otros tienen ganas que cierren el ataúd y me entierren lo más profundo posible.

martes, 13 de septiembre de 2022

Amante o bandido

 

Fue un amor a primera vista, desde que lo vi me di cuenta de que era diferente a los demás. No me equivoqué, es perfecto en todos los aspectos. Nuestro romance dura hasta hoy. Jamás pensé que fuera tan especial para mí. Me hace sentir muy bien de la cabeza a los pies, sin complejos. Consigue estremecerme como no lo había logrado nadie. Me da todo lo que quiero, es mi adicción particular, mi incontrolable y deseada dependencia. Es perfecto, siempre dispuesto y discreto, no te pedirá ser lo que no eres. Nunca me cuestiona mis caprichos ni mis excentricidades. En ocasiones le digo que desde que lo hice mío, cada día sucumbo más a sus encantos, a su siempre predisposición. Su adicción me ha vuelto menos sociable, estando con él es suficiente. De manera cariñosa le llamo moradito. Es mi deleite y mi placer, mi querido vibrador.

La buena vida

 

 

Yo, que he recorrido tantos lugares, nunca me imaginé acabar así los últimos años de mi vida. Cuando era pequeño mi existencia fue muy dura, estuve viviendo en la calle y tuve que pelear mucho para sobrevivir. Hubo un tiempo en que me enamoré y viví solo para ella, hasta el día que me abandonó por otro. Al final, me di cuenta que no podía jugar más con mi existencia y me acomodé. Con el paso de los años todos buscamos lo mismo, tener una familia que te quiera, un plato de comida y un regazo donde ronronear.