Antes de que venga papá la escondemos, le dijo a su madre, apagando la luz.
Iris no quería que descubriera la sorpresa que le
habían preparado.
En el instante que abrió la puerta y con la luz apagada, Iris y
su madre gritaron al mismo tiempo:
- ¡Sorpresa!
En el momento que encendía la luz, la esposa se
abalanzó clavándole un cuchillo en el cuello, al igual que había hecho con la
amante.
De la mano salieron madre e hija de aquella
casa.
- Mama cómprame un helado, como los que me compra papá