sábado, 6 de septiembre de 2014

La Carta




Los trasteros suelen tener telarañas, al igual que los recuerdos. Vas acumulando con el paso de los años de todo. Eso suele pasar también con los sentimientos.
Lo que guardé en mi trastero, fue la primera carta de amor  que me escribieron. Pasados unos años olvidé la existencia de esa carta.
Pasado veinte años, en el trastero encontré esa vieja carta de amor llena de telarañas, al igual que mis recuerdos. Fueron cinco minutos que regresé al pasado que  volví a enamorarme con esa locura juvenil.
La guardé otra vez en el sobre y me la llevé. En la cocina encendí una cerilla y acerqué la carta. La ceniza la convirtió en recuerdo.
En ese momento entro en casa el amor de mi vida, la autora de la carta.