Los
dejaremos entrar de uno en uno, sin alborotar, en silencio, como
cuando un hijo rebelde vuelve al redil. Les daremos ánimos y les
diremos lo importante que es la higiene para evitar cualquier tipo de
infección y contagio de enfermedades. Decirles que mantener la
higiene todos los días es de vital importancia. Los cabellos bien
cortos y la ropa lavada con asiduidad. Y por último, que la ducha es imprescindible para una buena higiene.
Los
gritos ahogaron el silencio.
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