Un día soñé que el mundo era cuadrado. Que no pagaban justos por pecadores, que las enfermedades, el hambre y las guerras se habían acabado. Que las armas y las bombas ya no existían y no había ningún niño soldado en el mundo. Que cada uno era feliz con su aspecto físico y que la belleza estaba en el interior. Que no había violaciones, abusos a menores y que nadie era dueño ni más que otro. Que cuando ofrecías la mano te la cogían sin ningún interés y te ofrecían la suya. Soñé que viajaba por el mundo y que todos nos entendíamos, aun hablando idiomas distintos. Que una sonrisa se dibujaba en todas las caras.
Pero cuando desperté vi como siempre pagar a justos por pecadores. Que la economía la controlaban los poderosos. Que la política era mirar para otro lado. Que las religiones sólo se preocupaban del espíritu. Que los hombres éramos lobos sedientos de culpables. Que la verdad era siempre la nuestra y de nadie más. Que en las guerras y en las paces había muertos de hambre, violación, explotación y enfermedades curables. Que no había distinción de sexos ,pero siempre la mujer, los niños y los ancianos se llevaba la peor parte. Que el infierno estaba vacío de fieles y el cielo estaba abarrotado.
Un día soñé en un mundo cuadrado.
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