lunes, 13 de febrero de 2012

En un Tiempo Diferente




Nunca pensé que ocurriría. Íbamos en la patera acurrucados por el frío. Cuando faltaba poco para llegar a la orilla, una voz grave y firme gritó con fuerza, ¡Saltad!  Aún era bastante profundo y vi como algunos se hundían sin remedio. Nadé con toda mi alma y llegué a la orilla. Escuché el motor de un coche y me escondí detrás de una duna. A lo lejos una casa y un cartel indicativo. Cuando me acerqué leí mi destino, “Tánger 50 Km”. Giré la cabeza y vi con absoluta claridad las luces de la costa española que acababa de abandonar.

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