lunes, 3 de octubre de 2016

Amarás a tu prójimo


Poco antes de que los domingos fueran amargos se les conocía como una familia ejemplar. Los vecinos nunca pensaron que lo hechos acaecidos los señalaran. Fue en domingo cuando murió la madre mientras sonaban las campanas llamando a misa. Últimamente se había distanciado de su fe y renunció a la extremaunción.
Para soportar el dolor de la pérdida, el padre se refugió aún más en sus creencias. Su relación con el párroco siempre fue de amistad.

Era domingo y al acabar la misa detuvieron al sacerdote y al padre, mientras los dos hijos se acurrucaban entre los brazos de la asistente social.

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