No
pudo seguir adelante sin ella.
Sin esperarlo desapareció de su vida, sin avisar, sin despedirse. La
nostalgia se apoderó de él y cada vez que se metía en la cama, la
notaba tan cerca que sentía como lo abrazaba, como la última noche.
Se obsesionó con su ausencia y el insomnio se apoderó de él. Se
pasó un año seguido buscándola de día y de noche. Su mejor amigo
le dio la respuesta que él no quería oír. Déjala ir, rehace tú
vida, hace dos años ya que nos dejó, ella así lo hubiera
querido. Unos días más tarde, desesperado, la encontró.
miércoles, 29 de noviembre de 2017
viernes, 3 de noviembre de 2017
El mito
Se reía a carcajadas, al
recordar como su abuelo Juan le contó de pequeño la leyenda de
Dédalo e Ícaro, y como le fascinó. Su abuelo sabía desde su
nacimiento que era un niño especial, diferente. Por eso era a Diego a
quién más tiempo dedicaba y quería de sus nietos, algo que era
reciproco. Ver volar a los pájaros era la pasión de Diego y
también su obsesión. Llegó el día de volar como Ícaro lanzándose
desde un quinto piso, detrás de lanzar a volar a su abuelo Dédalo.
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