martes, 5 de noviembre de 2019

El viaje



A Juan el sueño le llegó de repente, no pudo resistir que Morfeo lo recogiera entre sus brazos y lo depositara entre algodones esa noche de luna nueva. Había sido unas gotitas sinsabor las que le había colocado en la copa de vino y al tomárselo tardo cinco minutos en hacerle efecto. María lo dejó en calzoncillos, lo cogió como todas sus fuerzas en dos movimientos y se lo cargó encima de los hombros. El coche lo había aparcado de culo, le dio a la llave, abrió el maletero como pudo y lo metió dentro. Cerró y miró a ambos lados para ver si la había visto alguien, era una noche oscura y fría de invierno. Subió, arrancó y salió de allí a toda velocidad, encendiendo las luces del coche una vez ya en marcha. Una hora después llegaban a su destino como estaba previsto, aparcó en la plaza del barco donde le indicaron y se largó. Cuando Juan despertó dentro del maletero, intentó salir y no pudo. María se lo había prometido, la próxima vez que me pegues será la última.  El coche se encontraba a más de cien kilómetros de casa, con destino Argelia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario