martes, 16 de octubre de 2012

La mujer casi perfecta




La prueba la había superado, ahora casi perfecta le había encontrado mucho más atractiva. Su mirada y su presencia me intimidaba menos.
Rubia platino, ojos azul celeste, medidas corporales noventa,  sesenta, noventa. Su inteligencia había sido demostrada por medio de dos licenciaturas y tres másteres.
Acomplejado quise quitarle importancia y al final le reduje una licenciatura y dos másteres. Su primer noventa se lo reduje a ochenta.
Así era el personaje perfecto para poder redondear mi novela.

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