Vuelven a ser invisibles
entre mis brazos. Una pone toda su buena intención, aunque están, desaparecen
de mis ojos. No me importa en absoluto
vivir sin ellos, lo importante es luchar con todas mis fuerzas. El rosa es mi
color favorito y seguirá siéndolo. Recuerdo el lazo rosa que me ponía mi madre
en la coleta. Ahora de rosa me pintaré los labios.
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