martes, 23 de octubre de 2018

Sabor a chocolate



Todos los días son igual de monótonos. El despertador a la misma hora, la cara de mi vecina Hortensia, el ladrido de chusco, el gris del cielo. Nada lo puede arreglar excepto los besos que me da Verónica por las tardes. Esos besos con sabor a chocolate.

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