sábado, 12 de diciembre de 2020

El eterno abuelo



Que tu nieto se vaya a dormir, después de un incansable y agotador día, es lo mejor que te puede pasar a esta edad. Nadie me obliga a que esté con él, pero tenía tantas ganas de tener un nieto, que no puedo resistirme. Estar pendiente para que no le pase nada, es mi obsesión y consume toda mi energía. Dicen que los perros y los niños sienten presencias que los adulto no son capaces. Mi hija no se entera, pero mi nieto mira hacia donde estoy y sonríe. 

 

domingo, 6 de diciembre de 2020

De tal palo(mejorado)


Eran las diez de la noche del día de Nochebuena. Sonó el teléfono y una vez más Don Salvatore requería los servicios de Luca, su mejor soldado. Ese día había comenzado un nuevo confinamiento, eso hacía que no hubiera un alma por las calles. Cogió su Honda y cruzó Nápoles a toda velocidad. Llegó a casa del Don y él en persona lo recibió. A continuación, le entregó una pistola limpia y una foto, Luca la miró, miró al Don y este le confirmó con un movimiento de cabeza el objetivo. Sin mediar palabra alguna, se guardó la foto, la pistola y salió de allí. Se montó en su Honda dirección a la vivienda del soplón. Aparcó delante de su puerta, llamó, este le abrió y se miraron fijamente. Luca sabía que no había otra salida y con un solo disparo en la cabeza acabó con él. Acto seguido, se metió el cañón de la pistola en la boca y se pegó un tiro. Desde que vio la foto sabía que no tenía otra opción, matar a su padre era su condena. Que extraño encuentro para una noche extraña.
 

Rojo Navidad

Catalina se había acostado muy pronto. Era Nochebuena y esperaba recibir muchos regalos. Se había portado muy bien, también había sacado muy buenas notas. No podía dormir y era ya media noche cuando oyó un ruido en el salón, donde estaba montado el árbol de navidad, había dejado agua, también comida para los renos y Papá Noel. Se levantó, se asomó a la puerta, no pudo resistirse a curiosear. Estaba a oscuras, pudo distinguir una figura de un hombre vestido de rojo. ¿Será Papá Noel? pensó, y vio cómo se giraba hacia donde estaba ella. Se asustó y se metió corriendo en la cama tapándose hasta la cabeza. Notó como alguien la observaba y rezó para que no se diera cuenta que estaba despierta. Oyó como cerraban la puerta de la habitación. Entonces se durmió plácidamente. El suéter rojo hizo que Catalina creyera lo que no vio.