Que tu
nieto se vaya a dormir, después de un incansable y agotador día, es lo mejor
que te puede pasar a esta edad. Nadie me obliga a que esté con él, pero tenía
tantas ganas de tener un nieto, que no puedo resistirme. Estar pendiente para
que no le pase nada, es mi obsesión y consume toda mi energía. Dicen que los
perros y los niños sienten presencias que los adulto no son capaces. Mi hija no
se entera, pero mi nieto mira hacia donde estoy y sonríe.
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