Catalina se había acostado muy pronto. Era Nochebuena y esperaba
recibir muchos regalos. Se había portado muy bien, también había
sacado muy buenas notas. No podía dormir y era ya media noche
cuando oyó un ruido en el salón, donde estaba montado el árbol de
navidad, había dejado agua, también comida para los renos y Papá
Noel. Se levantó, se asomó a la puerta, no pudo resistirse a
curiosear. Estaba a oscuras, pudo distinguir una figura de un hombre
vestido de rojo. ¿Será Papá Noel? pensó, y vio cómo se giraba hacia
donde estaba ella. Se asustó y se metió corriendo en la cama tapándose hasta la cabeza. Notó como alguien la observaba y rezó para
que no se diera cuenta que estaba despierta. Oyó como cerraban la
puerta de la habitación. Entonces se durmió plácidamente.
El suéter rojo hizo que Catalina creyera lo que no vio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario