domingo, 6 de diciembre de 2020

De tal palo(mejorado)


Eran las diez de la noche del día de Nochebuena. Sonó el teléfono y una vez más Don Salvatore requería los servicios de Luca, su mejor soldado. Ese día había comenzado un nuevo confinamiento, eso hacía que no hubiera un alma por las calles. Cogió su Honda y cruzó Nápoles a toda velocidad. Llegó a casa del Don y él en persona lo recibió. A continuación, le entregó una pistola limpia y una foto, Luca la miró, miró al Don y este le confirmó con un movimiento de cabeza el objetivo. Sin mediar palabra alguna, se guardó la foto, la pistola y salió de allí. Se montó en su Honda dirección a la vivienda del soplón. Aparcó delante de su puerta, llamó, este le abrió y se miraron fijamente. Luca sabía que no había otra salida y con un solo disparo en la cabeza acabó con él. Acto seguido, se metió el cañón de la pistola en la boca y se pegó un tiro. Desde que vio la foto sabía que no tenía otra opción, matar a su padre era su condena. Que extraño encuentro para una noche extraña.
 

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