sábado, 16 de enero de 2021

Érase...


 

Verde como las hojas de los árboles que le rodeaban. Así era el dragón que sobrevolaba el bosque del reino del Arco Iris. Su Rey era caprichoso y déspota como ninguno. La princesa era prisionera de los caprichos de su padre, que quería casarla con su único consejero, un soldado prepotente, sanguinario y feo como una boñiga de vaca. El dragón hechizado, quería volver a ser quien fue, el soldado más valiente del reino, fiel y tan bello como un amanecer en primavera. Así describía Jimena el inicio de un cuento, que estaba escribiendo en su cuaderno verde.

 

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