sábado, 28 de septiembre de 2019

Soñar


Mientras se hacía un café como todas las mañana, Natalia pensó en la vida insatisfecha que vivía. Cerró los ojos y soñó que se transformaba en oruga, que se envolvía en hilos de seda formando un capullo. Pasado unos días la crisálida se había convertido en una de las más bellas mariposas que existían. Siguió soñando que revoloteaba por todo el jardín. Era inmenso, donde   duendes y gnomos cuidaban de él, junto a un grupo de hadas. Volaba por todo la extensión en busca de otras mariposas, pero era la única que allí estaba.  Soñó que era tan feliz que no quiso despertar. Despertó sin entender nada. Cuando se vio haciéndose un café como todas las mañanas, Natalia cerró los ojos, soñó que se transformaba en oruga, que se refugiaba en el capullo de seda. A los pocos días era una bella mariposa, que revoloteaba por un jardín inmenso, jamás visto por nadie. Y siguió soñando.

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