Le
gustaba el dinero tanto como las mujeres y la cocaína. Era monitor de
paracaidismo, los sábados realizaba saltos en tándem. Era un
sábado por la mañana cuando iba a realizar un salto, el cliente un empresario
para celebrar su cumpleaños. Subieron a la avioneta, cuando llegaron a los 4000
metros el piloto aviso y a la de tres se lanzaron, la emoción embargó al empresario.
Antes
de que se abriera el paracaídas, aproximadamente a 1.500 metros de altura, con
habilidad, el monitor soltó al cliente. La investigación concluyo que todo se
debió a un defecto en el material del tandem. El trabajo le había reportado unos
miles de euros.
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