sábado, 12 de diciembre de 2020

El eterno abuelo



Que tu nieto se vaya a dormir, después de un incansable y agotador día, es lo mejor que te puede pasar a esta edad. Nadie me obliga a que esté con él, pero tenía tantas ganas de tener un nieto, que no puedo resistirme. Estar pendiente para que no le pase nada, es mi obsesión y consume toda mi energía. Dicen que los perros y los niños sienten presencias que los adulto no son capaces. Mi hija no se entera, pero mi nieto mira hacia donde estoy y sonríe. 

 

domingo, 6 de diciembre de 2020

De tal palo(mejorado)


Eran las diez de la noche del día de Nochebuena. Sonó el teléfono y una vez más Don Salvatore requería los servicios de Luca, su mejor soldado. Ese día había comenzado un nuevo confinamiento, eso hacía que no hubiera un alma por las calles. Cogió su Honda y cruzó Nápoles a toda velocidad. Llegó a casa del Don y él en persona lo recibió. A continuación, le entregó una pistola limpia y una foto, Luca la miró, miró al Don y este le confirmó con un movimiento de cabeza el objetivo. Sin mediar palabra alguna, se guardó la foto, la pistola y salió de allí. Se montó en su Honda dirección a la vivienda del soplón. Aparcó delante de su puerta, llamó, este le abrió y se miraron fijamente. Luca sabía que no había otra salida y con un solo disparo en la cabeza acabó con él. Acto seguido, se metió el cañón de la pistola en la boca y se pegó un tiro. Desde que vio la foto sabía que no tenía otra opción, matar a su padre era su condena. Que extraño encuentro para una noche extraña.
 

Rojo Navidad

Catalina se había acostado muy pronto. Era Nochebuena y esperaba recibir muchos regalos. Se había portado muy bien, también había sacado muy buenas notas. No podía dormir y era ya media noche cuando oyó un ruido en el salón, donde estaba montado el árbol de navidad, había dejado agua, también comida para los renos y Papá Noel. Se levantó, se asomó a la puerta, no pudo resistirse a curiosear. Estaba a oscuras, pudo distinguir una figura de un hombre vestido de rojo. ¿Será Papá Noel? pensó, y vio cómo se giraba hacia donde estaba ella. Se asustó y se metió corriendo en la cama tapándose hasta la cabeza. Notó como alguien la observaba y rezó para que no se diera cuenta que estaba despierta. Oyó como cerraban la puerta de la habitación. Entonces se durmió plácidamente. El suéter rojo hizo que Catalina creyera lo que no vio.

 

viernes, 27 de noviembre de 2020

El Rey de postres

 


Había un sapo hechizado en una charca. Esperaba que pasara una dama vestida de rosa, para que le besara y le quitara el hechizo. Eso contaba él a todos los caminantes que por allí pasaban. Fue el cocinero de postres del Rey Segismundo III del reino de las Tierras Arcoíris. Era el mejor haciendo postres y su especialidad las natillas. Le ponía unos ingredientes que no desvelaba a nadie. Un día al asomarse a un ventanuco, para recoger una canela especial que le traían, no vio a una abeja que se coló en la cocina. Al pasar por encima de la olla, esta se cayó dentro. Ese día, cuando el Rey pidió los postres, al comenzar a comerse las natillas, notó algo en la boca, era la abeja. Llamó al cocinero pidiéndole explicaciones y este no supo que decir. Fue tal el enojo del Rey que hizo llamar a la hechicera y le ordenó que convirtiera en sapo al cocinero.  Estaría así hasta que una dama vestida de rosa lo besara. Al cocinero convertido en sapo lo llevaron lejos, hasta la charca en la que actualmente habita. Desde ese día, los vestidos de color rosa están prohibidos en todo el reino.


viernes, 6 de noviembre de 2020

Transformación

 


Seré viento, seré huracán, seré brisa y no moriré. Vine a vivir y vivir es lo que haré. Energía, sueños, mareas o un puñado de tierra. Vine a vivir y eso es lo que quiero, escribiendo, soñando, amando o queriendo al mundo que me rodea. La muerte es la renovación de la vida y vida es lo que dejamos al encontrar la muerte. Llevaré la mochila cargada de sueños no cumplidos, porque la vida es corta y la muerte es eterna. Seré viento, huracán o brisa y soñaré que he vivido. Y en el vacío de la muerte, donde esté, no seré.

martes, 6 de octubre de 2020

Estoy bien


Ya estoy en casa, he llegado sin ningún problema, estar tranquilos que estaré bien. No es la primera vez que estamos separados, acordaros cuando fui de Erasmus, os pasasteis el curso preocupados para nada. Os diré que me recuerda los veranos en el pueblo, con familia y amigos, que ya me han preguntado por vosotros. Les he dicho que aún tardaréis en venir a verme.

Oigo una voz que no conozco papá, ¿quién está con vosotros? ¿está llorando mamá? Sin contestar abrió los ojos, les soltó las manos, apagó de un soplo la vela y les pidió la tarifa estipulada.

miércoles, 23 de septiembre de 2020

El abogado discreto

Era un juez del Tribunal Supremo, Don Agapito Bahamonde García del Amo, las malas lenguas hablaban de falta de equidad en sus decisiones. Tenía un hijo abogado, de educación exquisita. Había ido a los mejores colegios y universidades en Madrid, Londres y Boston. Todos confiaban en que siguiera la carrera del padre, menos él. Mientras los demás pretendientes a la judicatura, leer sentencias era su entretenimiento, él estaba convencido que era innovador en sus planteamientos para impartir justicia. No leía una sentencia de más, ni les daba valor. Él, Valeriano Bahamonde Grande de las Casas, vio un filón y un entretenimiento en las prácticas. Tenía un don especial heredado de un bisabuelo, la discreción. Donde iba pasaba desapercibido.

En la prensa internacional se hablaba de los casos de un asesino en serie en Londres, Boston y ahora en Madrid, que llevaba en jaque a la policía. 

  

domingo, 13 de septiembre de 2020

El pastor poeta

Texto seleccionado en el V Certamen Internacional de Relato Corto de La Esfera Cultural. 


Era una noche de esas que miras al cielo y no ves ni una estrella, como si estuvieras dentro de la boca de un lobo. Andaba de regreso al pueblo con el rebaño, cuando, en mitad del camino apareció una mujer. Llevaba una capa con capucha tan negra como la noche, en la mano sostenía un farol que le iluminaba su rostro. Era la mujer más bella que había visto en mi vida. Sus ojos verdes me hipnotizaron de tal manera que me quedé paralizado. Me acordé de lo que cuentan los viejos del pueblo de las noches tan negras. Dicen que aparece una dama que quiere comprarte el alma para revenderla al diablo, a cambio de un deseo. Noté un escalofrío que me recorría de la nuca a los talones. Me repuse y le pregunté que pretendía, me contestó que estaba esperándome. Sabía de mí que era un humilde pastor, que todas las noches venía hacia el pueblo a la misma hora. Yo le dejé bien claro que no iba a vender mi alma por nada del mundo. Ella sonrió y me contestó que ni la quería ni pretendía nada de mí. Se presentó como Calíope, una de las nueve musas que inspiran a los hombres. Me llamó por mi nombre, Miguel, y conocía el de mi amigo y maestro Ramón. Al despedirse me dijo que escribiría los más bellos poemas por mí nunca imaginados, que mis poesías irían más allá de mí existencia. Que la libreta que llevo en el zurrón, la llenaré de versos increíbles. Conforme vino se marchó y yo continúe camino con mis ovejas. Ramón, en la entrada del pueblo, me esperaba para charlar y leer un rato.

 

Domingo de gloría

 

Era Domingo por la noche e iba perdido por las calles, deambulando sin rumbo fijo. Me quería morir, mi vida era un desastre, me sentía miserable. Andaba frotándome las manos para entrar en calor, cuando a lo lejos vi a dos personas. Conforme se acercaban distinguí a un hombre y a una mujer. Eran las tres de la madrugada de puro invierno y no se veía ni un perro por las calles. Al cruzarnos nos dimos las buenas noches con mucha educación e hicimos un comentario sobre el tremendo frío que hacía. Giré ciento ochenta grados, saqué la pistola y les vacié el cargador en sus cabezas. Sonreí, mi vida volvía a tener sentido.


domingo, 23 de agosto de 2020

Nunca lo pensó


Pasaron los años y sin esfuerzo alguno comencé a leer más de lo que hubiera pensado en mi vida. Leía de todo, desde los más grandes autores hasta los populares superventas.

La promesa que hice a la profesora de Lengua la estaba cumpliendo sin ningún esfuerzo. Ya cumplidos los cuarenta aprobé el acceso a la universidad. Estudiando Trabajo Social. Como pude, concilié el trabajo, el estudio y la vida familiar, el cómo pude fue perder cosas importantes en mi vida, como la evolución de mis hijos en sus respectivas vidas. Un esfuerzo por parte de todos muy grande. Ya no dejé de leer, ni por obligación ni por devoción. Acabé de estudiar y por pura inquietud de juventud, empecé a expresar lo que pensaba y sentía en papel. Poco a poco fui escribiendo pequeños relatos, cuentos cortos y algo de poesía. Iba mejorando día a día, pero lo que me gustaba en realidad era esa sensación de contar los mundos que imaginaba. Hacer lo que quería con los personajes. Pero mi escritura era muy deficiente. Aun así y pasado un tiempo, cumpliendo aquella promesa de leer más, las faltas de ortografía me volvían loco. Cada vez iba cometiendo menos errores, aun así, alguna era importante, dolía los ojos al verla. En alguna ocasión el error me hizo pasar mala noche. Son esas cosas sin importancia en la que perdemos el tiempo, o mejor dicho nos roba la tranquilidad mental. Soy así, un tonto incomprendido por mí mismo.

Algunas personas comenzaron a decirme que no escribía mal del todo. Que les gustaba los que escribía, también con algunas exageraciones, que yo me autolimitaba, poniendo los pies en el suelo una persona a la que valoro mucho en ese campo me dijo:  tienes algo de heavy, escribe cosas muy buenas.

Cuando escribo siempre pienso que son muy importantes las formas, pero siempre creo que más el fondo. Lo creo así para no machacarme más en los errores gramaticales y ortográficos. Nunca se me dio bien estudiar de pequeño y menos esas asignaturas de análisis de oraciones y ortografía.

sábado, 15 de agosto de 2020

El tiempo que te di

 
 

Delante de ella, Fede fue incapaz de articular palabra. Se conocieron cuarenta años atrás, una tarde cualquiera de un día cualquiera. Ángela era una chica guapa, de un talle espectacular y una sonrisa arrebatadora. Fede, tímido, delgado de manera exagerada y una melena rubia. Eran de la misma pandilla y él se enamoró desde el primer día. Le hubiera gustado salir con Angela, pero esa fortuna fue para otro, el tiempo y el destino los separó.  Fueron pasando los años y Fede nunca la olvidó, lo había marcado para toda la vida. Hace unas semanas coincidieron en una cafetería y   se dirigió a ella, que enseguida lo reconoció. Volvieron a quedar otro día, para hablar de los viejos tiempos. Él estaba emocionado, había quedado con   la mujer de sus sueños, algo que creyó imposible. Se vieron repetidas veces, hasta el día en que Angela no apareció. Ahora la tenía delante e iba a contarle lo mucho que la quería y que ella había sido para él la única. Sin atreverse a decirle nada, esperó a que llegaran los operarios de la funeraria y taparan el féretro con sus restos. El marido pidió a todos los presentes que salieran. A Fede abatido, que se quedara.

lunes, 10 de agosto de 2020

Microhistoria

 

Iban juntos a todas partes, hasta a mear. El mayor era El profe, el erudito, quien manejaba mejor que nadie en el barrio el vocabulario. El pequeño Correcaminos, el atleta, corría y saltaba todo lo que se ponía delante, una calle de trescientos metros o una camioneta de reparto. Se hicieron adultos, la mili hizo que se separaran y tomaran caminos distintos. El profe acabó la carrera que estaba estudiando y Correcaminos la que estaba corriendo. Uno se fue a un pueblo del interior, el otro al extranjero. Sin darse cuenta se jubilaron y acabaron donde empezaron, juntos en el barrio, faltos de salud y casi todo el tiempo del mundo por delante. 

domingo, 2 de agosto de 2020

Segunda oportunidad


 

Andaba una oruga en un jardín todo el día de rama en rama, picoteando todas las hojas que le apetecían. Las demás la consideraban una impostora en el reino donde habitaba. Angustiada y temerosa, se marchó de allí. Deambulaba sin destino, hasta que la acogió en su hogar una oruga sabia. Vislumbró un futuro hermoso para ella, anunciándole cambios importantes. Una mañana comenzó a sentir en su interior una suave voz indicándole lo que debía hacer, entonces se acordó de lo que dijo la oruga sabia y buscó una rama lo más cómoda posible. Tejió un capullo de seda alrededor suyo. Pasado unos días comenzó a sentirse distinta, necesitaba salir de allí. Entonces agujereó el capullo, saliendo con esfuerzo. Era diferente, desplegó unas alas con unos colores tan hermosos que jamás se había visto algo igual. Comenzó a volar, convertida en la más hermosa mariposa que había existido. Surcó el cielo de una manera majestuosa hasta el reino de las orugas. Todas miraron sorprendidas, en especial la reina, embelesadas por tanta belleza. Pensó que la vida siempre da otra oportunidad, aceptando que ese era su destino.

Las manos pintadas


¿Es una ilusión? Se preguntó al entrar en la cueva. Creyó oír voces pidiendo auxilio. Las manos pintadas parecían moverse. Alargó su mano para tocarlas y lo cogieron empujándolo hacia dentro de la pared. Se soltó como pudo y salió corriendo aterrado.

El ser mágico


Quiso ver con sus ojos lo que le habían contado. Era el señor del castillo y dueño de todo lo que la vista alcazaba desde la torre del homenaje. Cogió la capa azul y el sombrero de su criado fiel y una lanza . Lo primero que vio, fue a un ser mágico desaliñado.

Letra V


Te visualice vestida de verde, pero era de violeta el vestido más elegante. Nos vimos varias veces antes de valorar si valía la pena vivir a tu vera toda la vida. Vulneré los ventrículos por volverte a ver. La verdad es que vivir a tu vera fue algo vulgar.

La compra


 Les llamaban a gritos, al principio no hicieron caso. Judit llevaba la cesta y Holofernes la espada. Estaban hartas de los abusos y se cansaron. Al final pararon y se giraron con un gesto entre indiferencia y un por si acaso. Cortarle la cabeza fue inevitable.

El Alma


Había invocado a las musas de la juventud. Quería proponerles a cambio de su alma, inmortalidad. Ellas comenzaron a bailar el ritual que le llevaría a los avernos, a entregar a cambio su tesoro más preciado. Le propusieron el alma de su hijo. Ella acepto.

sábado, 4 de julio de 2020

Fosa común


El féretro abierto rodeado de velones encendidos iluminaba la estancia. Mientras, las plañideras de negro riguroso pañuelo en mano hacían oír sus quejidos. Un tenue rayo de luz de la luna, que se mostraba en todo lo alto del firmamento, entraba a través de las cortinas de la ventana entreabierta, para que se ventilara el olor a cadáver que hacía dentro de la habitación. Ese haz de luz que se colaba posándose en la viuda, iluminaba su enjuto rostro desdibujado de dolor. 
A la hora requerida el cura del pueblo apareció para darle la extremaunción que no pudo en vida. Murió en un accidente fortuito al volcar el carro con el que iba a trabajar, con tan poca fortuna que le cayó encima. Las malas lenguas hablan de un accidente provocado por negarse a vender sus tierras a Don Aniceto, terrateniente y ahora alcalde fascista. Después de velar toda la noche el cadáver, de buena mañana las campanas llamaban a difuntos. El sepelio a las doce en punto en la iglesia del pueblo, siendo trasladado después al cementerio  a hombros por los hombres de la familia. 
Una vez enterrado, Joaquina, la viuda se dirigió al ayuntamiento donde había quedado para firmar la venta de las tierras. Los perdedores en la guerra civil tenían que vivir con ese estigma toda la vida. Sentados en una mesa de un despacho del ayuntamiento, cara a cara, la viuda y el Alcalde. Cuando iban a firmar, Joaquina sacó de entre las enaguas un cuchillo y se lo clavó en el cuello. Los testigos allí presente sacaron sus pistolas y la acribillaron. Al día siguiente la enterraron en la cuneta a las afueras del pueblo.


Alien, mi pasajero



Nunca pensé que una de mis películas favoritas fuera el guion de mi vida. Se coló inesperadamente, a las bravas, un Alien en mi cuerpo y se convirtió en un huésped indeseable. La diferencia entre un Alien y el otro es que el de la película buscó la salida para vivir y el mío la salida la busco yo. Lo que ignora el maldito Alien es que caerá conmigo y no me sobrevivirá, eso alivia.


martes, 23 de junio de 2020

El labrador de almas


A Bernardo
Había un cartel en un huerto que decía: El cuerpo es un mal por las necesidades que crea al alma y porque le impide al hombre buscar la verdad. Platón. Su dueño era un labrador llamado Freung, se dedicaba a cultivar almas necesitadas. 
Un día apareció plantada un alma sin luz, muy triste. Freung se acercó a ella y le preguntó por qué estaba en su huerto, con la voz entrecortada esta le contó que una mañana empezó a notar que su luz era tenue y temía acabar apagándose. El labrador la acomodó en el huerto, prometiendo que se encargaría de su cuidado. El alma en ese momento sintió que su luz comenzaba a brillar un poco más, notando una atención especial. Día a día se fue transformando en un proyecto de la razón y su intelecto fue siendo mitad racional mitad emocional. Llegó el invierno y la tierra endurecida por el frio la paralizaba, Freung la cubrió con una manta de introspección, tejida con razonamiento, reflexión y libre albedrío. A veces le ponía una bufanda con un poco de egoísmo mezclado con sensatez. Pasaron las estaciones una tras otra, así repetidas veces, sintiéndose con una luz especial, con solidez intelectual no exento de sentimientos. Una tarde, cuando llegó Freung le comentó lo sucedido, que sentía como la fortaleza empezaba a notarla en el razonamiento reflexivo y la aceptación de su yo. Con total tranquilidad, el labrador le dijo que cuando decidiera podía salir de su huerto. Su poder madurara aún más fuera de allí y que observara si necesitaba volver a recomponer sus energías. Le salió una lágrima que inundó sus sentidos, no sabía lo que sería de ella fuera del huerto. Libre, encaró su camino y no paró, siguió andando, mirando varias veces hacía atrás, atemorizada. Respiró profundamente, se puso erguida y con paso firme dio comienzo su nuevo ser, un alma con una luz y un brillo particular.
El labrador se despidió diciéndole: - Eres libre, vive tu vida sobre el papel y tu luz brillará eternamente.


miércoles, 17 de junio de 2020

Papel higiénico






- Como observan, este magnífico cuadro se llama, El huérfano.
No se sabe por qué en el momento más crítico de la pandemia, apareció solo encima de la mesa este rollo de papel. Observen como ya está empezado, por tanto alguien abandonó este preciado tesoro.

Amantes






Su piel suave como la de un melocotón, su figura de una diosa africana. Yo, con el paso del tiempo marcado en mi cuerpo, no podía creer que me amara, que fuera capaz de dejar todo y empezar de cero. Me dijo que lo haría y cumplió su palabra.

Muñeca





Desde niña ya me llamaban así. Fui creciendo, no le di importancia y seguían llamándome igual. Mi primer novio le hizo gracia y no sabía ni mi nombre verdadero. Me lo creí tanto que no me importó que me llamaran muñeca, ahora por fin con toda la razón.

La gallina


-Señor, dice mi mamá que le devuelva la gallina. -tranquilo que no voy a hacerle nada -mi amigo miguel dice que las mata -no, dile que estás gallinas ponen huevos -gracias señor -ven a verla cuando quieras -¿mañana? -siempre que te apetezca vienes -adiós señor

La amante


Que tú mujer está arriba es lo que menos me importa. Lo que vengo a decirte es que estoy embarazada y es tuyo. Que poca vergüenza preguntarme de quién es. Eres con el único que me acuesto y te recordaré que me prometiste divorciarte. Así que, lo haces o subo y le cuento todo.

Señales


Lo ve como señalo yo, con la derecha hacia allá y esa mano señala al revés. Va a tener que ir a cambiarla, no tarde que yo a las once me voy y aquí a los conductores les señalas la dirección o no salen de la rotonda. Ve aquel vehículo como no para de dar vueltas.

El colchón


Se lo dije a Mary, que me llevaría el colchón. Ella se piensa que soy tonto, pero que hace ahora ella con una cama sin colchón. Lo vendo y por lo menos me darán para una botella de ese licorcito de San Diego tan sabroso. Es la quinta vez que me echa, ya le he dicho que la última.

La modelo


Actriz, me dice. Eso es de ser una fresca. Y la cara que pone de gua..., me callo y que Dios me perdone. Cuando la tenga delante voy a decirle cuatro cosas que sus padres no se atreven. Si mi marido viviera ibas a ver. Mañana pondré una vela y rezaré por su salvación.

domingo, 7 de junio de 2020

Pata palo



Cuando era niño soñaba que era pirata. En las mañanas, la bañera era mi barco con cañones. Mientras me bañaba combatía y empuña el sable de capitán para combatir cuerpo a cuerpo. Después bruñía su hoja impregnada de sangre. Soñar de día era más divertido.


Beso ciego



Nuestros rostros desconocidos como el sabor del beso. No sabrás a quién amas, ni a quién entregas tu alma, hasta que la muerte nos despoje del sudario. Mostrándonos tal como somos, inertes ante cualquier presencia. Desnudos de cuerpo y alma ante los ojos de mundo.


sábado, 23 de mayo de 2020

El silencio



Estoy en el patíbulo con la soga al cuello y las manos atadas a la espalda. Me ponen la capucha. Espero un ruido seco que haga desaparecer el suelo bajo mis pies. Va pasando el tiempo y no se oye ni un alma, lanzo un grito desesperado. Creo que me he quedado a solas. Primero tendré que deshacerme de la cuerda que sujeta las manos. Empiezo a mover las muñecas para crear la holgura suficiente. El tiempo que trascurre se me hace eterno. Oigo un ruido seco, el silencio se vuelve algarabía. El suelo desaparece bajo mis pies.

Amor empañado

Si supieras lo enamorada que me tienes, no estarías fuera pasando frío. Todos los días igual, yo en esta mesa, tú mirando a través del cristal empañado. Lo que más me gusta es cuando desempañas el cristal, me miras y me sonríes antes de irte. Ya estoy desando que llegue mañana.

domingo, 10 de mayo de 2020

La caricia


Apagué la luz de la habitación, entonces miré debajo de la cama con la linterna y allí estaba. Todas las noches cuando apagaba la luz, notaba como algo corría por la habitación, hasta meterse debajo de la cama. Era peludo y azul, con ojos verdes y orejas redondeadas. Era muy pequeño, como un hámster, pero no lo era. Tuve una idea, cogerlo y ponerlo dentro de mi casita de miniatura. Le hablé, me entendió y entonces alargué la mano para que se subiera en ella y dejarlo en la casita. Se encendió la luz de la habitación y noté una caricia en mi mejilla, era mi madre despertándome por la mañana.

Cabo de lana


Nunca fui una persona inquieta, más bien tranquila y reflexiva. No es que cuestionara todo, pero si me gustaba ver los distintos puntos de vista que pudiera tener. Lo mismo me pasaba cuando me vestía, pero más aún cuando me desvestía. Hace cinco días vi sobresalir del suéter de lana  un pequeño cabo, me dio por cuestionarlo y estiré con mucho cuidado. Aquí estoy, desde entonces, intentando desvestirme para meterme en la cama.

viernes, 1 de mayo de 2020

La historia



Entro y me dirijo al fondo de la cafetería. Entonces me fijo en una mujer que está sentada en una mesa y un hombre a poca distancia mirándola sentado en otra. No puedo evitar pensar en una historia de ellos en común. Me los imagino discutiendo antes de  entrar a la cafetería. Ella se llama María, enfadada se sienta sola. El nombre de él, Julián, también enfadado hace lo mismo. En un momento dado cruzan sus miradas y ella se acerca para pedirle perdón, él reconoce que ha sido un estúpido y se disculpa. Salen de allí abrazados besándose y se dirigen al hotel que habitualmente frecuentan.

Miedo


Vino sin avisar, como el típico familiar que no has visto en mucho tiempo y de repente aparece. Se nos metió dentro, como un huésped en una pensión y se hace el dueño. Como el óvulo y el espermatozoide que forman una vida nueva y lo tienes en tus entrañas. Como cuando te enamoras y te desarma. Vino el miedo y se lo llevó todo.

Desorientado


No sabía dónde estaba, acababa de despertarme. Me dieron la vuelta en la cama y me dijeron: - te acabamos de quitar el respirador , enhorabuena.

Soñar



La familia de Juan lleva la pesca en la sangre, generación tras generación. Siempre que no tiene colegio va a la playa de Jávea a ver la mar y oler a salitre. Solo hace que pensar  el tiempo que le queda para ir a pescar en la barca con su padre y su abuelo. Mientras tanto,se conforma con ir a la orilla de la playa, sentarse en la arena y soñar.

Los tres


Su sonrisa me cautivó la primera vez que la vi. Por suerte era la prima de mi amiga Amparo y nos presentó. En mi caso tengo que decir que soy bastante cortado y me quedé con las ganas de pedirle el número de teléfono. Jimena y yo no nos volvimos a ver hasta dos años después. Ahora sentados en un banco del parque, recordamos ese día y sonreímos los tres, Jimena, Pablo nuestro hijo y yo.

Guerrero

Corría de frente, gritando para provocar más temor. Su arma, un hacha enorme y su expresión facial daba miedo. Era capaz de acabar con cualquier enemigo que se le cruzara. Su figura era de un guerrero grueso. No me convenció, lo borré y lo hice más estilizado.

La espera



Al final del pasillo, al lado de la puerta de la calle, está sentado Chusco cuando Elena no está en casa, no se mueve ni para ir a beber agua. Sabe que cuando ella vuelve, lo primero que hace es darle un premio. Chusco se pasa todo el día detrás, allá donde va la sigue, hasta cuándo va al cuarto de baño.  Hoy, como no podía ser de otra manera, lleva todo el día esperando en la puerta. La diferencia es que Elena no volverá.

martes, 28 de abril de 2020

Athos


Tengo un perrito de nombre Athos
en las patas parece que lleve zapatos.
Tiene el pelo de color pelirrojo
corre mucho, pues no está cojo.
Es un perrito listo y muy nervioso
que no lo pillaría ni corriendo un oso.
Por cualquier ruido ladra asustado
se calma con cualquier bocado.
Cuando se cruza con otro perro
si le da la gana la monta el gamberro,
Athos en casa es un perrito faldero
donde vas te sigue como un cordero.
Tengo un perrito de nombre Athos
en las patas parece que lleve zapatos.

domingo, 26 de abril de 2020

La estación



Subieron al tren sin billete, cerraron las puertas y se puso en marcha. Hacinados en el vagón, oliendo a orín y heces llegaron a su destino, Treblinka.

El flechazo


El flechazo al verlo fue instantáneo. Como si un rayo le atravesara el cuerpo. Se unieron en sagrado matrimonio. Se sintió la princesa del castillo. Más tarde su príncipe se convirtió en ogro.

La doncella







Había una vez una doncella encerrada en una torre. Se asomaba a la ventana y pedía auxilio, pero nadie la escuchaba. Un día pasó un caballero cerca y la oyó. Cogió una cuerda que llevaba, la ató a una flecha, la lanzó entrando por la ventana donde estaba la doncella. Esta cogió la cuerda y la sujetó bien a una columna de la estancia. El caballero comprobó que estaba bien sujeta y trepó por ella. En el momento que la doncella le daba la mano para ayudarle, un rayo los fulminó.

La heroe





Llegué a las siete de la mañana de trabajar. Me duché y me puse el pijama en silencio para no despertar a mi amor y fui a la cocina. Allí estaba, sobre la mesa, un libro y una rosa, no recordaba ni en el día que estaba. Era Sant Jordi, me preparé un vaso de leche caliente, cogí la taza y  el libro, me senté en el suelo y empecé a leerlo. Doce horas trabajando en la UCI se hacen duros.